Elegí cantar a las cosas pequeñas,

a los marineros que trepan por las biznas de hierba,

y al fuego del carbón de las luciérnagas en la hierba.

Porque bajo la hierba descansaré algún día

con los pequeño faroles de las luciérnagas a mi alrededor

y el viento soplará de allá para acá

con los cantos de los grillos

y los sonajeros de los álamos temblones.

Harry Martinson

Fotografía de Kazuo Kasuya